
Argentina es uno de los principales exportadores de carne bovina en el mundo, con mercados clave como China, la Unión Europea y Estados Unidos. En los últimos años, la demanda de carne argentina ha crecido significativamente, impulsada por su calidad y la preferencia de los consumidores internacionales por carne proveniente de sistemas de producción a pasto.
Sin embargo, el sector enfrenta varios desafíos. La volatilidad económica, las regulaciones gubernamentales y las restricciones a las exportaciones han generado incertidumbre en los productores. Además, la competencia con la agricultura por el uso de la tierra ha reducido la cantidad de hectáreas destinadas a la ganadería.
Para seguir siendo competitiva, la industria debe apostar por la eficiencia en la producción, mejorar el manejo del ganado y adaptar estrategias para cumplir con los estándares de sostenibilidad que exigen los mercados internacionales.