
Argentina tiene una tradición ganadera que se remonta a la época colonial, cuando los españoles introdujeron el ganado vacuno en el siglo XVI. Desde entonces, el sector ha sido un pilar de la economía nacional, posicionando al país como uno de los principales productores y exportadores de carne a nivel mundial.
Durante el siglo XIX, con la llegada del ferrocarril y la expansión de la frontera agropecuaria, la ganadería experimentó un gran crecimiento. La incorporación de razas británicas como Hereford y Aberdeen Angus mejoró la calidad de la carne, consolidando la reputación de Argentina en los mercados internacionales.
Hoy en día, la ganadería sigue siendo una actividad clave, pero enfrenta desafíos como el avance de la agricultura sobre tierras tradicionalmente ganaderas, la necesidad de mejorar la productividad y la implementación de prácticas sustentables. La integración de nuevas tecnologías y el uso eficiente de los recursos son claves para el futuro del sector.