
El uso de pasturas mejoradas, la rotación de potreros y la integración de sistemas silvopastoriles son algunas de las estrategias que permiten una producción más amigable con el ambiente. Además, la aplicación de tecnologías como la genética avanzada y la alimentación de precisión contribuye a reducir las emisiones y mejorar la conversión alimenticia del ganado.
En el futuro, la ganadería argentina deberá seguir evolucionando para responder a las exigencias del mercado y garantizar una producción que combine rentabilidad con responsabilidad ambiental.